Find your tribe in a Sea of Creativity
Hace una año, a mediado de marzo, estuve con un grupo de refugiados por un periodo de 4 meses. Había guerrillas y ataques en todas partes. Hacíamos expediciones donde corríamos por provisiones en periodos no mayor a media hora a buscar comida cada tres o cuatro días.
Siempre he sido especial con la comida, pero aprendía a hacer de granos secos el 60% de mis alimentación . Agarré el gusto a tomar alcohol y cerveza por falta de agua y cuando no había otra opción a hervir agua y ponerle café con la esperanza de quitarle el sabor de salitre. Le encontré el amor al olor a café a medio día.
Fueron las peores y las mejores semanas. Nunca me divertí tanto, era ver películas y disfrutar de recabar información de reptilianos y otras razas, sentir que hacíamos la diferencia. Hacer arroz con cubos de tomate y caldo de pollo seco. Le poníamos cebolla y nopales a todo lo que podíamos para hacer más abundante la comida.
Me sentía parte de algo. Cuando nos separábamos o había fuego cruzado... no creo volver a llorar igual. Los gritos, los llamados de auxilio, los abrazos sabían más dulces al regreso.
A mediados de julio volví a reunirme con mi familia y ellos con las suyas. Quisimos mantenernos en contacto, pero no eres la misma persona con tu familia que en el campo. A veces sigo esperando que llamen y todo sea como antes.
¿Por qué se los comento? Fui a que me quitaran unos puntos y me revisaran una herida, nada importante. De regreso decidí premiarme con un pan. Al pasar por los granos vi los cubos de tomate y los recuerdo estallaron en mi. Le tomé una foto a la cerveza enlatada que terminé comprando y la envié con el mensaje “¿Recabamos información en la noche?” .
Les escribo a ustedes porque se que no habrá respuesta del otro lado, me cansé de esperar.