This Work Is Amazing. Loving It.

started rewatching inuyasha :) 

Me acostumbré a no sentir. Me acostumbré a ver y a repetir. Me acostumbré a creer que quizás yo era la que se encontraba mal. Me acostumbré que hasta la música llegue a dejar de sentir.

Ahora me veo, y se que esta mal haber dejado de escucharme a mi por escuchar a otros.

Anastasia Trusova on Instagram

The cool part about this: now I want to draw a Maka versión for it hahaah

Alright, couldn't help myself haha, got so inspired by my awesome Valentine's Exchange gift by @nerondynainfor that I also wanted to draw a dragon Soul – Some say that with just a single strum of his lyre, everything in one's heart will be laid bare, though perhaps not all things were meant to be unearthed...

(Seriously, thanks again for such a cool gift haha, loved it 💖)

Pesadillas

Fanfiction

[A/U]

Soul y Maka han empezado a ser pareja técnico-arma desde hace unos meses, pero Soul tiene pesadillas terribles y Maka... Maka le cuenta algo curioso. ¿Y si el fin de una pesadilla es el inicio de otra?

Desde donde estaba, Soul podía ver a Maka dormir. No era como si la estuviera espiando, pero se había despertado por culpa de una pesadilla donde estaba ella y había algún peligro. Otra vez.

Antes solía llevar la cuenta de esa clase de sueños, pero había desistido cuando empezaron a ser más y más frecuentes. Creía recordar que habían iniciado dos meses después desde que habían empezado a ser equipo él y ella, oficialmente registrados en el Shibusen. Las pesadillas no eran cool. ¿Por qué tenía pesadillas justo cuando habían acabado los entrenamientos preliminares e iban a empezar con misiones? Se restregó la cara y bostezó.

Recordó que en ese horrible sueño estaban en problemas después de haber entrado a una especie de iglesia y no podían salir: las puertas se trababan o algo así. Maka estaba más adentro en la iglesa lejos de él y había una bola de oscuridad con la que ella peleaba pero luego ésta la perseguía. Si bien Maka intentaba seguir peleando, veía en su cara que estaba angustiada hasta que en un momento la veía correr hacia él. Él no sabía que hacer exactamente, se había quedado como paralizado... pero recordaba que se sentía decidido a defenderla de eso negro que venía hacia ambos. Maka estaba más cerca, la oscuridad se cernía sobre ellos, él se lograba mover hasta estar entre Maka y la oscuridad. Se interponía, blandiendo sus brazos valientemente como guadañas para que de alguna manera la oscuridad desapareciera... y funcionaba.

Era ahí, cuando acababa con el mounstro o lo que fuera, donde solía despertar algo confundido y estresado.

-Ugh... ¿debería ir a la enfermería? Maybe...- Maka le había dicho que era preocupante que tuviera esas ojeras tan profundas, pero él no había querido seguir escuchando. Incluso cuando ella le pidió que le contara (porque una vez Soul se había despertado gritando) él se rehusó vehemente. Pero... rayos. Quizás iría a ver al Dr Sueño. Un escalofrio lo recorrió de solo pensarlo, pues era de los profesores más tétricos, pero nunca le diría eso a Maka. Eso no era cool.

Sí, era un cabezota, pero sabía que aunque eran equipo no debía de preocuparla. Al fin y al cabo, ella era la técnico y debía de pulir su mente para estar concentrada. Igual él, pero... bah. Sí, no le diría y punto. Fin de la discusión. Se acomodó de nuevo en su cama, dándole la espalda a la puerta abierta que dejaba entrever a Maka en su propia habitación y durmió, esta vez un poco mejor.

Al día siguente, Soul sintió que le movían el hombro tímidamente y eso le hizo despertar. Maka estaba a su lado, mirándolo curiosa. Se notaba que ya tenía más confianzas con él aunque todavía era un poco reservada. Soul miró su reloj, con los ojos aún medio cerrados por las lagañas.

-¿Huh? ¿Ya es tarde?- se empezó a incorporar.

-Ah... no, pero- los ojos verdes lo miraron como se mira a alguien al quererle decir algo importante, pero te la piensas porque puede que no se lo tome a bien la otra persona. -...¿desayunamos? Por primera vez no se me quemaron las quesadillas-

-Oh... ¿okay?- Eso era raro. A Maka no se le quemaba nada. Sabía que sólo era un pretexto y luego ella le diría lo que realmente quería decirle. Se encogió de hombros y salió de la cama siguiendo a la rubia.

Pocas veces lo diría, pero esos desayunos que llevaban compartiendo le sabían a gloria. No eran los desayunos más deliciosos o despampanantes, pero definitivamente no era la estirada comida que compartía sólo con el silencio allá en la gran mansión de su familia y eso le gustaba. Compañía. Sonrió.

-Soul, hay algo muy gracioso que me ha pasado últimamente.- el cuchillo de la mantequilla captó un brillo de la mañana mientras Maka untaba en su pan. -He tenido unos sueños espantosos.- él levantó la mirada mientras comía esas quesadillas de... ¿eso era espinaca?

-¿Ah sí? ¿De esos donde te persigue Ox queriendo ganarte en todas las clases?- sonrisa socarrona de él.

-Ay, cállate. Por supuesto que no.- Mueca de desagrado de ella. Se revolvió ante la idea de perder calificaciones ante ese calvito. -Más bien... como de misiones a las que vamos y así.- Bajó la voz y mordió el pan tostado. Lo miró dubitativa.

El tick tack del reloj fue lo que los acompañó un rato mientras ella ordenaba sus ideas y él recordaba la pesadilla que había tenido justo esa madrugada. Sentía un cosquilleo en el estómago de anticipación, pero lo ignoró en su lugar porque no era cool sentir ansiedad.

-Así que... pesadillas, ¿huh?

Ella asintió y empujó el plato sin terminar. -Sí... justo anoche tuve una. Y hace ya bastante que las tengo, pero es curioso porque,- lo miró -en cada una de las que he tenido siempre siento que es sólo una pelea más con algún monstruito o criatura en camino a ser kishin, pero de pronto me canso o siento que no puedo más y te busco como mi arma.- se revolvió un poco en su lugar -Digo, se que soy fuerte, pero te busco en mis sueños porque no me siento como tan fuerte como para combatir y... - una pequeña risa incrédula sale de Maka -...justo cuando te encuentro es como si la pesadilla acabara: te transformas y te blando o tu mismo cortas la cosa tenebrosa y se acaba todo- termina por decir mientras termina de comer lo que había dejado en el plato poco antes. -Curioso, ¿no?-

Soul no sabía que decir exactamente. un "Hey, yo sueño con la otra mitad del sueño" no sonaba precisamente lo más coherente, pero... miró por la ventana de su departamento. Sonrió de lado. Vamos, en ese universo con una luna y sol sonrientes no sonaba tan descabellado. -Curioso curioso... sí.- dijó por fin, estirándose en la silla con los brazos detrás de su cabeza. -Por supuesto que necesitas que una guadaña tan cool como yo te salve hasta en lo onírico.

Esquivó el libro que le lanzó Maka y se rió al escabullirse a su habitación para alistarse. -Pero, ¿qué esperabas? Somos equipo, creo que es normal que suceda eso. Creo que lo escuche en alguna clase o algo así...- se revolvió el cabello blanco.

-¿Ah, si?- Maka recogía su libro del piso y le arreglaba las hojas arrugadas -Me sorprende que recuerdes algo así si casi siempre duermes en clase, vago.- sacó la lengua en su dirección.

-Escucha selectiva, eso es lo que tengo.- respondió socarrón, aunque al entrar a su habitación se quedó pensativo. - Aunque realmente eso es... curioso.- Y de alguna manera se sintió muy cool al saber que ella confiaba tanto en él. Pero después se empezó a sentir un poco molesto porque ni en sueños le dejaba tranquilo.

-Hum... creo que ya se quién me acompañará con el Dr. Sueño.- murmuró planeando espantar a Maka de camino allí. Se puso su chaqueta amarilla. Sonrió. Oh, que adorable sería ver su cara cuando viera a ese profesor tan oscuro. Sí, esa sería su pequeña venganza.

F I N

Notas de autora

Por los siglos de los siglos, amaremos siempre Soul Eater. Tiene un aura y core tan genial que verdaderamente no creo que pueda superar jamás. En fin, primero iba a ser una viñeta de Soul y Maka, pero luego pensé que podría quedar mejor con las hermanas Thompson y Kid...no me decidía y ya mejor no le moví más, ja. Anywayssssssssssss, God.

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Tengo un hambre que va creciendo cada día. Tengo un hambre de por fin saber a que suenan sus labios contra los míos.